Primero hablaré de mi proyecto de vida, lo que quiero para mi, con respecto a las actividades que nos plantearon en la primera unidad, donde nos centramos en nosotras mismas, nuestros sueños y metas.
Para empezar a plantear nuestro proyecto de vida, hay muchas cosas que debemos analizar y pensar antes, cómo nuestros objetivos tanto a corto como a largo plazo.
Tener en claro lo que queremos hacer, en qué vamos a ser felices, que nos apasiona y que nos agobia.

Para esto, en la primera unidad de la materia “Orientación en Contextos Laborales”, realizamos una actividad que consistía en preguntas personales, para conocernos e internalizarnos con nosotras mismas, para así cumplir el objetivo que tanto buscamos: Construir nuestro proyecto de vida, o un boceto de ella al menos, ya que con tan solo 17 años mucha idea de lo que se me viene no tengo, aunque sí tengo muy en claro lo que quiero como también lo que no.
En la segunda unidad de la materia cursante, tocamos el tema “curriculum”, pudimos aprender a generar uno, las pautas, los puntos claves, las estrategias a utilizar, como presentarlo y que plasmar en el mismo.
Fue así, que como actividad final del mismo trimestre, entregué mi curriculum, orgullosa de él, porque planteaba lo que quería para mi, mis ganas de trabajar en lo que me gusta, mis ganas de crecer en lo mío, en lo que me apasiona y sobre todo, en lo que me hace FELIZ.
Entonces ahí fue cuando encontré la razón de todo lo anterior, las interminables preguntas personales tenían un porqué y era ese su objetivo, conocerme, ver cuáles eran mis virtudes, talentos y defectos que tengo, para así luego plasmar todo lo que soy y quiero en un curriculum.
Porque mi proyecto de vida, de algún modo, queda grabado en mi curriculum, mi proyecto de vida plasmado en una carpeta.